10 octubre 2011 ~ 1 Comment

El Pecado Original

DOCTRINAS DE LA BIBLIA

 “El Pecado Original” fue la Desobediencia del hombre a Dios.

Por: Héctor López

 

Dios quiere ser obedecido por los hombres y las mujeres. En realidad somos  los seres humanos los que nos beneficiamos de obedecer a Dios. Estamos influenciados por muchos factores, el único auténticamente bueno es Dios, él quiere guiarnos por el camino que conduce a la vida eterna, en su presencia para gozarnos con el por toda la eternidad; tanto empeño tiene Dios en este propósito que sacrificó a su hijo para que nosotros (los seres humanos) podamos lograr este ideal.

La obediencia es una condición que Dios ha establecido que para que el humano pueda alcanzar el mayor  acercamiento con él. Este requisito puede  ser bien entendido si reflexionamos en el  hecho de que el primer acto de pecado consistió en que el nombre desobedeció el mandato de Dios de no comer del fruto del árbol del bien y del mal. Estatuto que Dios estableció en virtud de su soberanía.

Al pecar, el hombre pasó de una posibilidad de inmortalidad, a la realidad de ser mortal; el autor del libro a los Hebreos dice: ‘’como está establecido que el hombre muera solo una vez, y después esto el juicio”. ¿Pudo el hombre haber no pecado y haber obedecido a Dios? Creo que sí, porque Dios es fiel.

En Génesis 4:6 y 7 Dios confrontó a Caín: “¿por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien el pecado está a la puerta”. El pecado es, pues, desobedecer la voluntad de de Dios. ¿Pudo haber Caín obedecido los deseos de Dios, y no actuar con soberbia?  Creo que sí porque Dios es fiel, y no pone sobre el hombre carga que este no pueda llevar.

Desde el principio Dios ha dado alternativas a los humanos. Dios quiere ser obedecido por el hombre, pero le ha dado “libre albedrío” para que tome sus propias decisiones y se atenga a las consecuencias de las mismas.

El hombre no podría obedecer en todo a Dios contando con sus propias fuerzas, pero Dios ha provisto toda la ayuda que podamos necesitar, sin embargo es preciso que nos humillemos ante su presencia y acudamos a esa fuente inagotable de poder, para lograr vencer las fuerzas espirituales de las tinieblas que tratan de provocarnos para que desobedezcamos.

Hay muchas muestras Escriturales que fundamentan las afirmaciones que he venido haciendo:

En Deuteronomio 11:26-8; 30:19 encontramos que El Señor plantea dos alternativas a su pueblo, una de bendición y otra de maldición y los insta a escoger una de las dos, y les explica cuales las consecuencias de una y otra: “He aquí pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos que Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.  Deut. 11:26-28.

Y en el verso 19 del capítulo 30 les dice:”A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

La doctrina del evangelio enseñado por Jesucristo tiene también indicaciones de que los hombres y mujeres tenemos que tomar decisiones claves, para con ayuda de Dios alcanzar la salvación prometida por Dios, a través de la gracia que nos ha sido dada por la muerte de Cristo. Algunos ejemplos son: Mateo 7:13 y 14, 24-27. Mateo 25:1. Mateo 21:31.Toda la humanidad acepta, una u otra manera, que Jesucristo fue un gran maestro. Para nosotros los cristianos es el Maestro inigualable.

Dos Puertas y Dos Caminos

En Mateo 7:13 y 14 nos habla de una puerta estrecha y una puerta ancha, y de un camino espacioso y un camino angosto. Él aconseja entrar por la puerta estrecha, que es él mismo, y nos da una buena razón para tomar esta opción: ¨porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición; y porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida¨. Hay dos términos muy claves en este pasaje: Entrad, y pocos son los que la hallan. No nos toma físicamente de las manos y nos fuerza a entrar, nos invita a entrar. Nos da la opción de entrar o no entrar, pero nos advierte de los resultados finales de la elección. Cuando dice: ¨y pocos son los que la hayan¨, denota que nos está invitando a una búsqueda.

Para ambas cosas, aceptar su invitación y emprender la busqueda necesitamos de ayuda que solo Él puede darnos. La palabra de Dios, recogida en la Biblia, nos enseña que sin Él, Cristo, nada podemos hacer, y que sin fe es imposible agradarle; y que la fe es por el oír la palabra de Dios.

Los Dos Cimientos

Los versos 24 al 27 de Mateo 7 nos hablan de dos hombres que tomaron decisiones diferentes, y como podría esperarse obtuvieron resultados diferentes. De acuerdo a estos resultados uno de los hombres es calificado como prudentes y el otro como insensato. El primero edificó su casa sobre un terreno rocoso (terreno firme), y el otro edificó su casa sobre la arena, que es un terreno movedizo. En esta parábola el Señor Jesús compara claramente el oír y obedecer su palabra con edificar en terreno firme; y el no oír ni obedecer su palabra con edificar sobre la arena (terreno movedizo, flojo).

Un Padre y sus Dos Hijos

En Mateo 21:28-29 Jesús nos habla, nos refiere la parábola de un padre que invitó sus dos hijos a realizar una tarea, al primero que le dijo le respondió que no iría, pero luego fue; el segundo le dijo que iría, pero no fue. Jesús planteo la pregunta: ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?, y acepto como buena y válida la respuesta de que el que finalmente hizo lo que su padre quería. Entiendo que ambos tuvieron las mismas oportunidades de obedecer o desobedecer la voluntad de su padre.

Dos Grupos de Convidadas

Es bien conocida la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13), su proceder las divide en dos grupos las prudentes y las insensatas. Las primeras se abastecieron de lo que era necesario para llenar el cometido de estar en el lugar indicado, en el momento indicado. Las insensatas no se abastecieron adecuadamente, calcularon mal tiempo en que ocurriría el evento. Las prudentes pudieron participar de las bodas, otras quedaron fuera. ¿Tuvieron las diez las mismas oportunidades de responder al llamado y prepararse para esperar el tiempo necesarios? Creo que sí, y que eso es lo que se nos quiere enseñar.

Un Comentario a “El Pecado Original”

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