05 noviembre 2012 ~ Comentarios desactivados en Reflexiones Bíblicas 04

Reflexiones Bíblicas 04

Ministerio de Educación Cristiana
Octubre, Mes de la Reforma Protestante. Reflexión Cuatro
Por: Héctor López

 

Interpretación Privada de la Biblia o Sacerdocio Universal del Creyente

Recién acaba de transcurrir el mes de Octubre. Mes en el que los cristianos evangélicos recordamos hechos históricos relacionados con la búsqueda de la verdad bíblica según la enseñó Jesús.

Hacia el inicio del siglo cuarto (unos años después del trescientos), el emperador Constantino se convirtió al cristianismo y lo convirtió en la religión oficial de su reino, a partir de ese hecho la iglesia fue penetrada por el paganismo.1

En el 1516 Martín Lutero, que era un sacerdote de la orden de los agustinianos, publicó el documento que contenía sus 95 tesis, fue este el punto de partida de la llamada “Reforma Protestante”. Mientras Lutero libraba esta lucha por la verdad del evangelio en Alemania,  lo hacían Zuinglio en Suiza, Calvino en Francia y Knox en Escocia.

Estos movimientos estaban fundamentados en tres principios fundamentales:

1 Que la Biblia es la única regla de fe y conducta.

2 Que la justificación es solo por la fe.

3 El sacerdocio universal del creyente o Interpretación privada de las Escrituras.

 

El Justo por la Fe Vivirá

Esta verdad bíblica fue la razón que dio Lutero para sostener su rechazo a todas las cosas, que hacían los dirigentes de la iglesia, que eran contrarias a lo que establecido en la Palabra de Dios.

Declaración que es reiterada en varios pasajes de la biblia:

He aquí aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; el justo por su fe vivirá. Habacuc 2:4

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Romanos 1:17

Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; Gálatas 3:11

Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.

Mas el justo vivirá por la fe; y si retrocediere no agradará a mi alma (Hebreos 10:37 y 38).

 

Lutero estaba tan convencido, por la Palabra, que a las peticiones de que se retractara contestaba: “No puedo ni quiero ni  retractarme, a no ser que yo esté convencido por las Escrituras.

Mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios; esta es mi posición y no puedo tomar ninguna otra, así Dios me ayude”.2

 

Interpretación Privada de las Escrituras, Sacerdocio Universal del Creyente

Este aspecto de los principios enarbolados por los propiciadores humanos de la reforma protestante me lleva a pensar en Juan 8:31 y 32: Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él:

Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Lutero habló de que era cautivo de la Palabra, y Jesús habló de que su palabra los haría libres:

Y es así, Lutero pasó de la esclavitud del error a ser cautivo de la verdad; interpretó correctamente el pasaje: Usó la libertad que da el conocimiento de la biblia, para hacerse siervo (esclavo) de Jesucristo.

El derecho de cada creyente a recibir directamente la revelación de la palabra de Dios dada por el Espíritu Santo, no significa que  tenemos derecho a interpretar caprichosamente la Palabra, es nuestro deber interpretar la Palabra responsablemente. Cada porción de la palabra tiene un solo significado, el que le asigna el Espíritu Santo. Sin embargo, puede tener varias implicaciones y esto podría llevar a muchos a interpretar erróneamente la biblia. En esto tenemos que ser sumamente cuidadosos porque nos está prohibido añadir o quitar a lo que dice la biblia (Apocalipsis 22:19).

Cuando lo que creemos que dice una porción de la palabra, es contrario a lo que dice en otra, estamos no en lo cierto, la palabra de Dios es inerrante, es decir que no tiene errores, El Espíritu Santo es un intérprete y  El nunca se equivoca por es omnisciente (todo lo sabe).

La razón de la protesta de Lutero, en este aspecto, estuvo basada en que para entonces la interpretación estaba permitida solo a los sacerdotes de la iglesia, y que ningún creyente común tenía ese derecho. Esto se mantuvo hasta hace,  relativamente, poco tiempo; era una de las muchas tradiciones de la iglesia Católica Romana contrarias a la sana interpretación de la biblia, algunas aun persisten.

 

1 F. Burleigh Willard, Introducción al Metodismo Libre, Nuestra Herencia Espiritual.

2 R. C.  Sproul, Como Estudiar e Interpretar la Biblia

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